lunes, 23 de marzo de 2009

En busca del cielo

Como amé la forma en que exprimíamos los días
desangrando los segundos hasta la ultima gota
y al final quedábamos casi muertos
saciados de ideas, de sueños, de intriga

Recuerdo como devorábamos un beso ante la calma de un ciego
y nos comíamos la mente en silencio
esperando a que el otro interrumpiera el ensueño

Recuerdo en los imperturbables viajes
como los metales del tren marcaban el latir de tu corazón
que se correspondía con tu forma de mirar
tan constante tan parsimoniosa
como concediendo vida a los objetos
entregándoles un poco de tu magia, de tu afecto

Era hermoso ver a la luz acariciarte el rostro...
mis manos ciegas buscaban las tuyas
encontrando calor y certeza
ya las palabras sobraban entonces
mi mano no era mas solo mía
era tuya y mía, era tu mano, eras yo y yo era tu
eramos una amalgama de delirio

Como olvidar esos ojos
como vedar este incesante recuerdo
de tu rostro, de tus manos, de tu pecho
de tu aroma que embriagaba mi ser en desvelo
no, no podría hacerlo...

Será mejor, tomar otro tren
comenzar de nuevo
embriagarnos el alma
colmarnos el sueño
en un nuevo viaje
perdidos los dos
en busca del cielo.

Gradilla.
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