En instantes perdidos construyo mi tiempo
Lo acomodo lentamente…
Formando hermosas hipérbolas;
Se lo ofrezco a tu calma de paz inmutable
Y me gusta contemplar como lo tomas
Como lo haces tuyo…
Y delicada te lo pones, ligera… casi invisible
Y me estremece el silencio que a mis oídos calla,
Y te moldeo mágica en el azar del viento
En un paréntesis casi eterno
Y en un mutismo casi completo...
Meticulosa bailas en mis intentos.
Gradilla.
Gradilla © todos los derechos reservados
Hay días que me descubro mirando a la gente por instantes
sin tiempo… fijo... inmóvil
como un gato asechando a su presa
Me pierdo en los lugares sin dueño
así; nervioso y loco deambulo, meditante
inseguro, taciturno…
embelesado en la asimilación de ideas vagas
Hay días que tumbado, inmóvil, anhelante
en jardines de miseria y cielos de delirio
de tardes sombrías… nostálgico; me torno frío…
en vacíos intentos con escasos respiros
me consuelo del tiempo en mi gran entelequia
y así, con días de locos
en días perdidos
me empacho el alma de sueños prohibidos.
Voy avanzando… soltándome y agarrándome del mundo en intervalos regulares
Voy con los pies descalzos y sin embargo siento la tierra ajena… todo parece lejano
El viento es frío, pero mi piel le es indiferente
Hay una luz sobria que baña las fachadas de los tristes edificios
La gente me mira como atravesándome
El mundo me es ajeno, yo no lo siento y no se si el me siente
Mis ojos están cansados de buscar en las miradas el milagro
Cada día es un nuevo intento y un nuevo fracaso
Cada día es vida y muerte
Grito por dentro con toda mi fuerza esperando que alguien me escuche
Pero solo siento el eco desvanecerse paso a paso
Soy tan ajeno al contacto que comienzo a olvidarlo
Busco en mi memoria los calidos recuerdos
Pero están ya viejos y gastados, me son ajenos
Confusos y turbios me resultan en insólitos destellos
Decido olvidar
solo sigo avanzando
Flotando en este mundo
y no se si soy etéreo.
Me inspiras la ternura de una flor delgada en un árido paisaje
La melancolía del canto de un violín
La paz del viento y la brisa marina en una tarde abandonada
Me inspiras La armonía de un colibrí danzando entre gardenias
La elegancia más sublime de una noche de invierno
La delicadeza de una mariposa en una tempestad de cuchillos lacerantes
Me inspiras la fuerza en las olas de un mar inquieto y persistente
La serenidad del vuelo en las hojas sobrias del otoño
La pasión vehemente del más claro corazón
Gradilla.
Gradilla © todos los derechos reservados
Nubes de polvo en mis ideas
