Sueño que ya no te espero
Entonces la luz es más blanca y el aire es ligero
Y Camino en las calles atestadas de quimeras
De tu mano camino y me sostienes para que no me eleve
Sueño que ya no te espero
Y mis ojos se dilatan apacibles perdidos en el cielo
Y las manos danzan en el aire rozando mariposas
Inocuas, delicadas, vuelan ligeras embriagadas por tu aroma
Sueño que ya no te espero
Y de repente el tiempo se ha vuelto un amado compañero
Y paso las horas perdido en tu mirada y no busco encontrarme
Y tu boca entra en la mía como un vino suave
Y somos nosotros… etéreos, leves, inermes, sublimando el aire.
Súbitamente despierto y acostado en mi delirio
Cierro los ojos… sueño…
Y te espero…
Gradilla.
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